¿Es rentable el Puente Chacao?

La rentabilidad de esta megaobra ha sido cuestionada desde su concepción. Desde Chiloé, los detractores del Puente Chacao acusan que el costo del proyecto (740 millones de dólares) no justifica su utilidad para los más de 168 mil habitantes del archipiélago de Chiloé. No obstante, desde el ejecutivo defienden la ejecución de la promesa del presidente Sebastián Piñera, que data de 2012. Asimismo, los costos adicionales asociados con la construcción del puente enangostan la ya estrecha rentabilidad social del viaducto.

Grandes obras de infraestructura generalmente tienen un alto costo, por lo que la selección de estas merece un análisis profundo antes de que se tome una decisión final. El Puente Chacao y las obras que actualmente se ejecutan para su construcción no son la excepción en este escenario: la licitación actual va acompañada de un estudio de rentabilidad social, el que considera la inversión, beneficios y costos, con y sin el proyecto. En ese sentido, en 2019 El Mercurio reportó que la evaluación social de la obra sufrió una serie de ajustes para justificar su ejecución. Ese mismo año salió a la luz la pugna entre la licitadora Consorcio Puente Chacao (CPC) y el Ministerio de Obras Públicas, luego de que CPC exigiera 300 millones de dólares adicionales por cambios de diseño y seguridad del proyecto.

Sin embargo, para el ingeniero civil Alejandro Tirachini, oriundo de Chiloé, es perfectamente normal que obras de gran envergadura como el Puente Chacao se encarezcan en el proceso. Un estudio del académico Bent Flyvbjerg de la Universidad de Oxford revisó 258 grandes proyectos de infraestructura alrededor del mundo. ¿La conclusión? Nueve de cada 10 de las obras analizadas excedieron sus presupuestos iniciales, en promedio, en un 28 por ciento. Además, Flyvbjerg en el mismo estudio sugiere que esto se debe a que, quienes promueven y analizan estos proyectos usualmente buscan su aprobación, por lo que hacer estimaciones más altas pueden causar un efecto adverso al deseado.

¿Es sensato construir el Puente Chacao?

A estas alturas, es decir, cuando el avance de obras ya casi alcanza el 20 por ciento, sí. Esta fue la afirmación del exministro de Transportes y Telecomunicaciones, Andrés Gómez-Lobo, quien sostuvo que una vez que las obras se hayan iniciado, no tendría sentido desechar el proyecto, incluso si este no cumple con los mínimos para pasar la evaluación social.

Entre los grupos detractores del puente está el movimiento Defendamos Chiloé, el que argumenta que el Puente Chacao fue impuesto por el gobierno central. Juan Carlos Viveros, cofundador del grupo, indica que el archipiélago tiene necesidades más importantes que el viaducto. No obstante, James Fry, Seremi del Ministerio de Obras Públicas de la Región de Los Lagos, reveló que los presupuestos de otras áreas como educación y salud no han sido afectados por la construcción del Puente Chacao, por ende, varias prioridades del archipiélago son atendidas por los presupuestos de los ministerios correspondientes.

La tesis guiada por Andrés Gómez-Lobo

En marzo de 2014, el estudiante del magíster en Políticas Públicas de la Universidad de Chile, Claudio Navarro, publicó su tesis “Puente Chacao, ¿rentabilidad política o económica?”. En ella, el autor analiza los resultados de los estudios relacionados con el proyecto. Navarro concluyó que, en un escenario optimista, considerando el costo del proyecto, el Puente Chacao debió comenzarse a construir recién en 2029. Alejandro Tirachini coincide con esta visión, e indicó que el puente puede ser una necesidad del archipiélago en el largo plazo.

Esta investigación fue guiada por el exministro Andrés Gómez-Lobo, quien estuvo a cargo de la cartera de transportes del segundo gobierno de Michelle Bachelet, entre 2014 y 2017. En ese sentido, el exministro declaró que su participación como profesor guía en esta tesis fue meramente académica, y no representa su perspectiva en la materia. Adicionalmente, sostuvo que, en el caso hipotético de someter este tipo de proyectos a plebiscitos regionales o locales, esto supondría un retroceso para el progreso de los países.