(Des)conexión en el archipiélago

La apertura del Puente Chacao indudablemente significa la unión definitiva del continente sudamericano con la Isla Grande de Chiloé – o al menos la zona norte de la isla. Sin embargo, los isleños están divididos: mientras un lado se verá beneficiado con el puente, aún existe un número importante de islas y localidades remotas que requieren mejoras viales e infraestructurales.

El principal objetivo de todo puente es reducir el tiempo de cruce entre dos puntos, y en ese sentido, el Puente Chacao disminuirá la duración de traslado entre Pargua –en el continente– y Chacao –en Chiloé– en un 90%: de 30 minutos a tan solo tres minutos. No obstante, la desconexión en el archipiélago de Chiloé continúa siendo una preocupación para comunidades periféricas, las que también deben cruzar en transbordador para llegar a la isla grande y continuar su viaje para acceder a servicios no disponibles en sus localidades.

Si bien el puente promete acortar distancias entre Ancud y el continente, las operaciones de este se verían afectadas en caso de mal tiempo, dejando nuevamente a los usuarios sin alternativa de cruce, puesto que la navegación de transbordadores también queda sujeta a las condiciones meteorológicas. Por consiguiente, en caso de mal tiempo durante emergencias médicas que requieren atención en una unidad especializada en el continente, las opciones de evacuación se reducen de forma considerable.

El mapa de esta página muestra ejemplos de algunas de las rutas más frecuentadas dentro del archipiélago, y contempla además la duración de los viajes terrestres.

Un puente precoz

Para el ingeniero civil Alejandro Tirachini, la construcción del puente es prematura: “mientras la isla se siga desarrollando, en algún momento se va a justificar hacer alguna vía de conexión que sea más rápida que los transbordadores … pero no es ahora ni en el futuro cercano.” En el archipiélago existen más de tres mil kilómetros de caminos secundarios rurales que no se han mantenido adecuadamente. En junio de 2019, el Consejo Regional de Los Lagos emplazó al Ministerio de Obras Públicas por la escasa mantención a estos caminos.

Sin embargo, el costo de abandonar el proyecto a estas alturas sería superior a que si se finalizan las obras. Así lo explicó el académico de la Universidad de Chile y exministro de Transportes y Telecomunicaciones, Andrés Gómez-Lobo.

Conexión del archipiélago de Chiloé con el resto del país

Además del cruce en ferri, es posible también llegar a la Isla Grande de Chiloé en avión. Sin embargo, el aeródromo Mocopulli (ubicado en la comuna de Dalcahue) solo recibe vuelos cuando las condiciones meteorológicas lo permiten, ya que no cuenta con la tecnología de Sistema de Aterrizaje Instrumental (o ILS, por su sigla en inglés) requerida para facilitar estas operaciones. El aeropuerto más cercano con una pista de aterrizaje con ILS es la del aeropuerto El Tepual, en Puerto Montt. Asimismo, el aeródromo de Quellón no cuenta con una pista de aterrizaje con la extensión suficiente para recibir aviones del tipo Airbus A320, el más común para rutas de corto alcance en Chile, ni mucho menos con los instrumentos para permitir operaciones nocturnas.

El costo de instalación de un sistema ILS bordea los US$7,5 millones ($5.580 millones en moneda nacional) aproximadamente, valor que excluye los costos de mantención. No obstante, en la actualidad no existen planes para la incorporación de esta tecnología al aeródromo Mocopulli –inaugurado hace menos de 10 años,– dificultando las operaciones de vuelos comerciales desde y hacia Santiago, Concepción, Temuco y Punta Arenas.